Los ojos hacia ti
como al faro
huyendo del naufragio
en la tormenta
esquivo a la violencia del agua
trato de terminar el viaje
apelo a luz de tu cabeza
a la fuerza amansadora
de la mano
al timón que esquiva el golpe
tu boca
es un puerto bienvenido
un pañuelo de gaviotas
hacia ti los remos
golpeando con desesperación
bogan al límite
el cuerpo navegable
alguna isla de arena
donde mi pecho se contagia
pulsa
al final
el latido del faro.
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