sábado, 20 de septiembre de 2008

Mis amigos son de arena

 

Para la Mecha, que vino,

para Enrique, que la trajo.

 

 

 

De pronto, de la nada, del vacío

los amigos toman formas

                                         aparecen

 

del íntimo golpe se aparecen

cuando ya no lo esperaba

reúnen sus huesos en mi mesa

atan tan viejos zapatos

tan deslustrados de las huellas

                                                 de los años

 

los amigos como agujas de relojes

perdidos para siempre (yo pensaba)

aparecen de improviso contra el tiempo

remontan escalones de un muro que creía muerto

 

Mis amigos son el desierto

maestros de lluvia

de sus hijos húmedos

son indios desesperados en las sombras

los ojos abiertos

viajeros  sin aliento

nombres borrados de los labios

armada cada mano de agudo corazón

filoso corazón que corta la tormenta

 

son las voces de una radio que tapa el tiempo

encerrados para siempre en una casa

a la espera de la barca o la canoa

son las voces de la arena

la luz partida por la quilla del retorno

 

Están frente a mi como si siempre

como si nunca

Tragándonos todos

las viejas palabras que surgen del destello

de los ojos apretados

                                   circulares

en torno al vino de los vasos

a la voz umbilical que nos entorna.


Como Lázaro aparecen

a dar vueltas a la mesa al son

de los latidos coronarios

entran en la vértebra

en la arteria  de los más extraviados olvidos

surgen de algún lado de la noche

de algunas casas de la infancia muerta

de los muros de entonces

                                          de la tierra

y beben mi mesa y mis ojos

y mi boca sin lengua

les doy alimento con mis manos

con los años que viven en mi rostro

mis amigos aparecidos de la nada.

 

 

Y con la tarde se van yendo

toman posesión de mí

                                     y de mi nombre

van a sus paredes, a sus cuartos

 

y yo los miro

abrazo la tierra que tocan

por todos los años

por todas las veces que no hablamos

por las bocas que no fueron

por este estanque de sombras

                                               que fuimos separando.

 

1 comentario:

Inés González dijo...

Enhorabuena por el blog! este poema es precioso, me gusta como lo cierras, como cierras en gral todos tus poemas, me alegra que te hayas decido a compartir esta ventana.
Un abrazo fuerte y gracias por agregarme a tus webs amigas.