Viniste
en un segundo se apoyó tu sombra en vilo
yo no vi el tiempo en los hombros de nadie
no vi tu sangre caerse
ni vi inaplacado el filo de la boca
No te vi venir a mi
tu cara estaba en las voces de los otros
en la mirada encorvada de los hombres
afuera
en el paso lento
en otros huesos
prometida
inapelable
No te vi en árboles caídos
ni en raíces pútridas
ni en el giro del gusano cuando rompe la carne
no en el final del recorrido
o en última puerta que no cierra el aire
te vi venir en los ojos vacíos de una mujer que cruzaba la calle
desesperanzada y final
de saturada lentitud
a ciegas
te vi en las voces de la calle
en los charcos
en los objetos dejados a intemperie
cubiertos de polvo y de diluvios
Te vi al final de los trenes
esbelta
tensa como un hilo
amasando trozos de barro entre los huesos:
masticabas sin dientes los nombres de todos
sin pudor
entre tus trapos éramos todos futuros de tu estirpe
partes de un hogar enmudecido
Viniste no a llevarme
sólo a sellar esta sombra
a mostrarme el río donde beberé tu boca.
1 comentario:
La Flora lo abarca todo...
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